Llegar hasta la Estancia La Alejandra es una experiencia incomparable. Uno va dejando atras la ciudad, el asfalto para adentrarse en los caracoles, el camino de ripio y en el valle de la carrera junto a la majestuosidad de las montanas, acompanados tal vez por el vuelo de los condores. Pasar la tranquera y llegar hasta la casa de campo vale la pena el viaje.
Nos hospedamos 3 dias en esta estancia. Habiendo alquilado un auto recorrimos bastante los alrededores y mas alla.
Las comodidades de la habitacion son adecuadas y acordes al entorno en el que uno se encuentra. Es una casa de estancia campestre acondicionada para el servicio de hospedaje. Cuenta con banio privado completo. La habitacion es calefaccionada con estufa electrica, otros ambientes a lena, lo que le genera un ambiente confortable.
El servicio de comidas brindado es sabroso. Comida casera, bien preparada. El desayuno tambien esta muy bien.
Asimismo la atencia es muy calida y profesional. Compartimos dos dias con Janica y un dia con Federico. Los dos muy cordiales, nos brindaron toda la informacion que necesitabamos.
Una recomendacion para los que deseen hospedarse en este remanso al pie de la cordillera es que reserven directamente con la Estancia la Alejandra. Nosotros hicimos la reserva mediante Booking, ya que era la opcion de busqueda en Trip Advisor. Al cerrar la tranquera, a pesar de haber disfrutado unos dias hermosos, nos quedo un sabor agridulce. Teniendo la experiencia de habernos hospedado en varias estancias consideramos que todos los extras que tuvimos que pagar deberian estar incluidos, por que ese es el plus diferencial para que se elija un establecimiento, por su servicio y atencion al cliente. De todos modos, uno tiene que tener en cuenta que el precio se paga por el entorno no por las comodidades, ya que no es una estancia boutique.
El lugar es hermoso y vale la pena llegar hasta a el para aislarse del mundo, respirar aire puro y admirar un paisaje sin igual.