Llego a esta ciudad, Vlora, célebre por ser sede de la firma de la declaración de independencia de Albania en el año 1912, aleccionado con la idea de que el Vlora International es el mejor hotel de toda la ciudad.
Se trata de un cinco estrellas lujoso y céntrico, bonito, elegante, con empaque. Tiene 72 habitaciones y dispone de toda suerte de acicates: business center, varios bares, gastronomía internacional, caja fuerte, spa, piscina, gimnasio, etc. Dada su magnífica ubicación, está al lado del puerto, la zona siempre está animadísima. En esta ciudad se da la confluencia de los mares Adriático y Jónico, el ambiente es siempre muy playero, aunque no encontraréis las típicas escenas estivales de bañistas nadando, tomando el sol o caminando por el paseo marítimo. El agua está muy fría y la tierra es dura. Volviendo al hotel, la televisión la encontré pequeña para un hotel de esta categoría, aunque las habitaciones son amplias y cómodas, revestidas de cuadros muy bonitos diseminados por todo el hotel. Es fácil encontrar cantidad de locales para comer cerca. Se duerme muy bien en este hotel, dispone de camas grandes, aunque algunos las encontrarán un poco duras. El baño está equipado con hidromasaje.
La atención al cliente está genial, son serviciales y amables. El desayuno, quinta planta, tiene una terraza exterior con buenas vistas. El comedor es enorme y elegante, diseñado con buen gusto. El servicio buffet tiene una remesa interesante de comida suculenta, pero no hay demasiada variedad.