Las instalaciones, mantenimiento, habitaciones, comidas y bebidas, atención del personal en las diferentes áreas: excelente. Resulta un sitio privilegiado, cerca de Caracas, donde disfrutar y descansar, recuperando completamente el sentido de unas vacaciones.
El único detalle es que la playa del spa lamentablemente no está habilitada para su uso (a pesar de las bellas fotografías en la página de Sietemares y la publicidad). Para bañarse en el mar hay que trasladarse a otras playas distantes, que también son incómodas y sin servicios.