Nos alojamos, dos parejas, del 12 al 15 de febrero pasado y resultaron unos días maravillosos.
La atención de Paco, el encargado, fenomenal, atento y dispuesto a asesorarnos en lo que le plateábamos (excursiones, comidas, lugares a visitar,....).
Las cabañas, solamente cuatro, muy limpias, tranquilas, acogedoras y con el menaje suficiente para una estancia cómoda. Calefacción en todas las dependencias, chimenea con leña suficiente. Dispone de barbacoa exterior.
Restaurante sencillo, muy limpio y a unos precios muy económicos. Obligatorio probar las migas de harina (muy buenas).
Muy cerca las poblaciones de Nerpio (4kms) y Pedro Andrés (2 kms.).
Se puede pasar un fin de semana de relax y disfrute gastronómico. RECOMENDABLE